En 2021 WhatsApp era la aplicación de mensajería instantánea más popular con aproximadamente 2.000 millones de usuarios en todo el mundo. Esta app es la plataforma de mensajería más usada en 58 países. Previo a la invasión de Ucrania por parte de Rusia, este era el mercado en que más rápido crecía WhatsApp con una tasa de 17% con alrededor de 70 millones de usuarios. Efectivamente Rusia, el país de Telegram.
En Argentina solo crece al 10%. Más de 100.000 millones mensajes se envían cada día a través de este canal. Cien veces más que en 2011 y casi el doble que en 2017. Más de 20 horas de uso de WhatsApp al mes, 40 minutos por día en promedio. El 70% de los usuarios lo consultan cada día y entran de media unas 23 veces. En nuestro país el 80% de los usuarios lo utilizan para el 99% de sus comunicaciones en todo formato.
Cuando de Ciberdelito se trata, hemos insistido respecto de lo fértil que resulta Whatsapp para delincuentes y estafadores, por lo menos una docena de artilugios continúan funcionando todos los días para engañar y robar a personas en todo el planeta.
Pero definitivamente, el impacto en nuestras vidas que provoca la innovación tecnológica y la dependencia de esta, nunca estuvo tan evidenciado a partir de los acontecimientos bélicos que estamos presenciando. En las últimas horas El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) detuvo a un “pirata informático” que ofreció asistencia técnica a las tropas rusas invasoras al proporcionar servicios de comunicación móvil dentro del territorio ucraniano. El sospechoso transmitió mensajes de texto a funcionarios ucranianos, incluidos agentes de seguridad y funcionarios, proponiendo que se rindieran y se pusieran del lado de Rusia. Aparentemente también es responsable de enrutar llamadas telefónicas desde Rusia a los teléfonos móviles de las tropas invasoras rusas en Ucrania.
Esta detención se produce en consonancia con una tercera ola de Ciberataques desplegados sobre Ucrania, se trata de una variedad de malware de borrado de datos denominado “ CaddyWiper “ en ataques dirigidos contra cientos de sistemas, algunos vitales sobre Ucrania.
Pero en las últimas horas, y en un giro inesperado de las capacidades de “ciberinteligencia”, el ejército británico prohibió el uso de WhatsApp por temor a que Rusia esté infiltrado y “escuchando” la plataforma para obtener información.
Todo el personal, desde oficiales superiores hasta soldados rasos, debe dejar de utilizar el servicio de mensajes telefónicos con fines profesionales o enfrentar medidas disciplinarias, un documento oficial del Ministerio de Defensa confirma la prohibición ante “preocupaciones de seguridad significativas” en torno al uso de WhatsApp.
La hipótesis se vincula con que Rusia estaba utilizando datos de teléfonos móviles del Reino Unido para seleccionar objetivos de ataques aéreos en Ucrania. Un ataque con misiles de crucero sobre un campo de entrenamiento para combatientes extranjeros, mató a 35 e hirió a 134, se inició después de que teléfonos celulares del Reino Unido aparentemente se conectaran a una red de telefonía celular en ucraniana que cubría la base. El GRU (Inteligencia Rusa) ha sido detectado intentando hackear algunos de los sitios militares más sensibles de Gran Bretaña haciendo “ciberinteligencia. Es posible que la base de datos compilada por el Kremlin esté siendo utilizada para comparar online con los números internacionales que aparecen en las redes de telefonía móvil de Ucrania, entre otras hipótesis, la identificación de esos números en cualquier lugar podría desencadenar un ataque con misiles.
En el Reino Unido, el Primer Ministro, el Secretario de Defensa, el Secretario de Relaciones Exteriores y el Ministro del Interior utilizan la plataforma. WhatsApp insiste en que su sistema de ‘end-to-encryption’ era seguro y que los gobiernos no podían interceptar mensajes y llamadas personales. Pero agentes de inteligencia del Reino Unido y Estados Unidos aparentemente interceptaron llamadas de WhatsApp y localizaron mensajes con contenido confidencial y de seguridad nacional, por lo que es probable que Rusia haya adquirido la misma capacidad. Boris Johnson usa WhatsApp de forma rutinaria.
El documento oficial del Ministerio de Defensa dice: ‘debido a importantes problemas de seguridad, todo el personal del Ejército de Campo debe dejar de usar WhatsApp para comunicaciones relacionadas con el trabajo de inmediato. “WhatsApp solo debe usarse como un método de último recurso definido como: un medio de comunicación que solo debe usarse en circunstancias en las que no hacerlo podría provocar la muerte, lesiones graves o comprometer la operación”. La prohibición cubre las llamadas de voz y los mensajes. Se ha recomendado a las tropas que utilicen un servicio alternativo de chat y mensajería llamado Signal, que se entiende que proporciona características de seguridad mejoradas y es favorecido por el Servicio Secreto de Inteligencia (MI6) del Reino Unido.
Las conversaciones en Signal no tienen back-up, ni almacenan, lo que reduce la posibilidad de que se acceda a los mensajes.
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